Cada vez más mujeres deciden sobre su derecho a maternar
Un informe del Ministerio de Salud de la Nación revela que el número de hijas e hijos por mujer disminuyó. Durante décadas la realización de una mujer estuvo definida por la posibilidad de traer hijos al mundo, pero ya no. Los motivos de la decisión son de lo más variados: desde falta de recursos económicos hasta la elección de priorizar el crecimiento profesional.
Maternar o no maternar es el nuevo dilema de este siglo para las mujeres. Aunque la sociedad sigue sin ver bien que una mujer elija no ser madre, el número va en aumento, porque las mujeres han decidido hacer valer su derecho a decidir.
El Ministerio de Salud de la Nación publicó las estadísticas vitales de Argentina en el año 2020. En el informe, sistematizan indicadores de natalidad, nupcialidad, mortalidad (general, infantil, materna, perinatal), clasificados por jurisdicción. En Argentina el porcentaje de nacimientos bajó un 34 % en mujeres mayores y hasta un 55% en adolescentes que, en su mayoría, son no deseados.
Rafael Rofman, director de protección social del CIPPEC (Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento), señala la comparativa entre 2014 y 2020– donde 60.000 mujeres jóvenes por año tienen nuevas oportunidades para romper círculos viciosos de pobreza, participar del sistema productivo, mejorar sus condiciones de vida y aportar a la sociedad. El desafío para hacer de esa posibilidad un hecho es que tengan acceso a educación de calidad y demanda laboral.
“SEGURAMENTE TIENE QUE VER CON DECISIONES PERSONALES, QUE EN PARTE DEBEN SER INFLUENCIADAS POR LO QUE EN ALGUNOS LUGARES SE HA LLAMADO LA NUEVA OLA DE FEMINISMO», SEÑALA ROFMAN.
Las causas de este fenómeno, explica Rofman en su cuenta de Twitter, pueden ser múltiples: tanto factores culturales y sociales (“nuevas generaciones más empoderadas”), como tecnológicos (colocación de implantes subcutáneos). En ambos puntos, las políticas públicas vienen traccionando esta tendencia con educación sexual integral, el plan ENIA –de prevención del embarazo no intencional en la adolescencia– y la distribución de métodos anticonceptivos permanentes.
Rofman en diálogo con #Noticias10, aseguró que “seguramente tiene que ver con decisiones personales, que en parte deben ser influenciadas por lo que en algunos lugares se ha llamado la nueva ola de feminismo, movimientos como el ni una menos, con preocupación mas claras por el rol de la mujer en la sociedad, especialmente en las adolescentes”.
El nivel de fecundidad en la argentina era estable, se registraban 2,3 hijos por mujer, sin embargo, esto cambió entre 2014 y 2015, que comenzó un descenso que fue cada vez más brusco en los embarazos adolescentes, que en su mayoría son “no planificados”.
“Hay un factor que parece ser central, en el año 2014 se empezó a distribuir a nivel nacional, un nuevo método anticonceptivo, que son los implantes dermales (o dérmicos) que son una varilla que se implanta en el brazo debajo de la piel y por 3 a 5 años da una protección muy segura en términos de eficiencia, pero además, muy segura en casos de contraindicaciones, casi no tiene efectos negativos, entonces es bien recibida por quienes la tienen”, destaca Rafael Rofman.
El implante subdérmico es uno de los métodos anticonceptivos que se suman a las pastillas, el uso del preservativo, los inyectables, el dispositivo DIU. Pero hay otros que son irreversibles como la ligadura de trompas que es una cirugía sencilla y las mujeres la adoptan cada vez a más corta edad, sin embargo, en muchas oportunidades tienen que argumentar su decisión a pesar de ya tenerla tomada.
La decisión de no maternar
En el caso de Liz, una joven de 30 años, de profesión actriz, en diálogo con #Noticias10, nos asegura que “La decisión como tomada definitivamente, a partir de los 21 años. Yo siento como que tenía reconfirmado, que no quería ser mamá».
Señala que fue asi que decidió esperar hasta los treinta años asi nadie podía cuestionar su decisión y para que no le puedan decir que no.
En tanto Josefina, de 23 años, estudiante, cuenta que “empecé a tener este pensamiento a los 12/13 años y bueno después ya a medida que pasaban los años se fue construyendo más lo que quería. Yo me opere el año pasado, en el 2021, tenía 22 años».
ME DIJE NO LO VOY A HACER ANTES PORQUE TENÍA MIEDO QUE ME DIJERAN QUE NO, PORQUE ES LO QUE VENÍA ESCUCHANDO DE OTRAS MUJERES», ASEGURA LIZ.
A Josefina le preguntaron si no se iba a arrepentir en un futuro. Si su pareja actual estaba de acuerdo con su decisión. Ella les aseguró a los médicos que si, que estaba todo bien. Le respondieron que en un futuro, si llegaba a tener otra pareja, quizá podía tener conflictos.
Luego otra médica le dijo que no, que iba a ser imposible, que no iba a poder operarse en un hospital.
«Yo siempre fui firme en lo que pensaba, y obviamente recibía comentarios de que era muy chica, que más adelante me iba a arrepentir o iba a pensar distinto Y ya cuando estuvo hecho se dieron cuenta que realmente era lo que quería» destaca Josefina.
Que pasa con las parejas, o es decisión de una mujer que optó vivir sola?
Liz afirma «Estoy en pareja hace cinco años, pero apenas nos conocimos, fue algo que lo hable desde que empezamos a estar juntos, inclusive cuando note que la relación iba a seguir. Fue algo que dije se lo tengo que decir. Si me queria seguir acompañando tenia que saber que por lo menos desde mi lado no iba a querer maternar ni en el momento, ni más adelante».
«No siento que soy juzgada ahora por lo menos en la actualidad, pero si lo he sentido antes. El preguntarte tantas veces el por qué y el por qué tener que argumentarlo tanto, para mi era lo peor que me podia pasar. Estoy tan tranquila que no tenga vuelta atrás, porque estoy segura de que no va a pasar”, concluye Liz.
Josefina, por su parte, afirma «No quiero maternar porque creo que son un conjunto de cosas que me llevaron a decidir esto. No estamos en una sociedad tan perfecta, digamos, como traer una nueva vida al mundo tanto a nivel social como económico. La inestabilidad de todo, es como que no me da la seguridad de traer una nueva vida al mundo”.
Especialistas en demografía señalan que “la baja en la fecundidad es una tendencia a nivel regional y la Argentina ha comenzado esta transición antes que otros países de América Latina”.
NO ESTAMOS EN UNA SOCIEDAD TAN PERFECTA, DIGAMOS, COMO PARA TRAER UNA NUEVA VIDA AL MUNDO, TANTO A NIVEL SOCIAL COMO ECONÓMICO», ASEGURA JOSEFINA. .
En conclusión, quizás maternar debería ser un término a reveer, modificar, encontrarle la vuelta. Las leyes como la del aborto, y el debate que se da en diferentes espacios, hacen que la visión de la maternidad como mandato esté tomando otro color.
Por otra parte, las mujeres deberían ser tan libres como los hombres a la hora de elegir qué hacer con sus vidas y cuerpos, poder tener la libertad de hacerlo sin ojos ni dedos acusadores que las consideran inferiores por decidir no ser madres.