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Contra reloj: exitoso operativo de ablación de órganos en la región

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Ayer se cumplió un nuevo operativo de ablación de órganos que, en una verdadera carrera contra el tiempo permitió, salvar varias vidas. El proceso se efectuó en un sanatorio privado de Cipolletti y demandó la intervención de varios equipos con más de 100 participantes y una compleja logística para coordinar el traslado. El resultado final, más allá del dolor que provocó el fallecimiento de una persona, fue positivo.

Leonardo Uchiumi es el responsable del Centro Único de Cooordinación de Ablación e Implantes de Río Negro y el responsable último de un grupo muy amplio. Comenzó con el jefe de terapia intensiva del Sanatorio Río Negro; las médicas del hospital de Cipolletti, Leonor Ilabaca y lidia Neira; más los técnicos y profesionales en diferentes especialidades que deben participar en las diferentes instancias.

Una ablación es una carrera contra el reloj: entre el momento en que un paciente es diagnosticado con “muerte cerebral” y la concreción de un trasplante no pueden pasar más de 36 horas. En ese lapso más bien breve, un equipo se encarga de analizar cuáles de esos órganos están en condiciones; mientras otro debe estudiar cuáles de los pacientes en espera son compatibles con esos tejidos.

Cumplidos esos dos pasos, se efectúa la ablación y un complicado mecanismo logístico para llegar a los centros de salud donde ya deben estar los pacientes a ser trasplantados. Y hay que tener en cuenta que los órganos tienen un plazo muy breve para mantenerse fuera del cuerpo, aún en las condiciones de estricta esterilidad con que se los traslada.

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Los riñones son los que más tiempo resisten, entre 12 y 24 horas. El hígado tiene un lapso de 8 horas. Pero un corazón y los pulmones deben ser conectados en un lapso de entre 2 y 4 horas. El operativo necesita entonces de un máximo de coordinación y el nivel de estrés de los participantes de altísimo.

El traslado es un momento crítico: las ambulancias y un cordón policial que vaya abriendo paso; un avión sanitario o un vuelo comercial que estarán esperando en pista listos para despegar si es que debe llevarse a otro punto del país; la tensa espera para después realizar el camino inverso hacia un centro especializado y realizar el trasplante.

El de ayer fue el segundo operativo multiorgánico del año en toda la provincia, comentó Uchiumi y el séptimo del año (cinco fueron de córneas). El proceso comenzó cuando en el sanatorio Río Negro se determinó la muerte cerebral de una paciente que había manifestado su voluntad de donar (no tenía actividad cerebral y su corazón continuaba latiendo por reflejo). Se hicieron todas las pruebas necesarias, tal como lo determina el protocolo establecido por el CUCAI. Luego, merced también a la predisposición de la familia, se pudo continuar con el operativo.

El año pasado, se efectuaron 11 ablaciones, lo que constituyó un récord para Río Negro aún en medio de la pandemia. Uchiumi destacó que esto se logró por las diferentes campañas de concientización que se vienen realizando. Se excusó de dar mayores precisiones sobre esta intervención en particular porque está vigente la ley Justina, que dispone mantener la confidencialidad sobre los detalles del caso.

(ANRoca)



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