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Dramático relato: Madre e hija de Catriel sufrieron abuso sexual y quieren «ver preso al depravado»

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«Quiero verlo preso, que pague por lo que hizo, ¿cuanto más tengo que esperar?… ¿a ser una más?…» exigió una mujer de Catriel víctima de violencia y abuso sexual. Su ex esposo tiene tres condenas en suspenso por hechos de abuso, violencia, amenazas, golpes hacia ella y por abusar de su hija cuando apenas tenía 5 años.
El caso tomó estado público durante esta semana cuando la mujer y su hija, que hoy tiene 17 años, se encontraron al acusado a media cuadra de la vivienda de las víctimas comprando en un local comercial. Cansadas de las dilaciones de la justicia, decidieron hacer un escrache a través de las redes sociales.
MACABRA HISTORIA
La mujer, en diálogo con Radio Alas y C25N, relató el calvario que vivió con su ex esposo: «en el año 2014, el 22 de enero mi hija nos contó lo que esta persona le hacía, acudí a mi papá que me acompañara y lo eché de casa. Allí comenzó todo el trámite legal, las denuncias, los viajes a Cámara Gesell, los tratamientos psicológicos para mi hija y para mi».
«Mi hija tenía 4 años y medio cuando yo me casé con él, nos conocíamos de chicos con mi ex pareja, de criarnos juntos en el barrio. Supuestamente él adoraba a mi hija, la llamaba ‘mi negrita’, nunca me imaginé que iba a hacer todo eso…. a los 10 años ella nos contó todo lo que pasaba, fue horrible, lo único que quería era que se fuera de la casa».
«Él me decía: ‘cómo voy a hacer eso, tenemos que llevarla al psicólogo, mi negrita, como le voy a faltar el respeto si yo la amo…
Después se comprobó todo legalmente con el psicólogo, era verdad lo que decía la nena. En el 2014 inició el proceso legal, recién en 2017 fuimos a juicio por violar la orden de reestricción, vino a mi casa, nos amenazó con matarnos y llamé a la policía que actuó muy rapido y lo encontraron en el patio, estuvo tres días preso y quedó libre, mientras que yo estuve con custodia policial por 7 meses, las 24 hs del día».
«Me pedía que levante la denuncia porque no había hecho nada, que era inocente y que teníamos algo contra él porque era de bajos recursos».
«Estuvimos durante un año viajando a cámara Gesell, hasta que llegamos al juicio y él se declaró culpable, reconoció lo que le hizo a mi hija».
La mujer tiene tres hijos en común con él, una nena de 10 años y mellizos de 13 años, «la jueza recomendó que yo estuviera presente cuando iba a ver a nuestros hijos. Él aprovechaba cada vez que tomaba, venía a casa o llamaba, y sino salía con los nenes, él venía hasta acá. Un día lo encontramos a una cuadra y media de mi casa, estaba ensangrentado, tomado y con un cuchillo» contó.
«LO DENUNCIÉ PORQUE ME VIOLÓ»
En 2016 la mujer lo denunció por violación, «una noche de las muchas que él sabía amenazarme con venir a mi casa, lo llevé hasta su casa para evitar males mayores, el taxi se fue y él me increpó, me golpeó y me violó amenazandome con un cuchillo… me decía que pruebe en carne propia lo que le iba a pasar a él cuando estuviera preso, si yo no sacaba la denuncia…» relató conmovida.
«Eso pasó en el lugar donde él alquilaba, y nadie me ayudó, no salió ningún vecino, pedí ayuda a gritos, me sacó a la calle desnuda, me obligó a entrar a su casa… fueron tres horas que parecieron una eternidad», dijo.
JUICIO Y SENTENCIA
En 2018 se inició el juicio y le dictaron una sentencia de 9 años y medio de prisión, pero no quedó firme. En el juicio por abusar de la hija le dieron 3 años y medio por haber reconocido lo que le había hecho.
IMPUNIDAD
«Ya pasaron casi 4 años y él sigue libre, en 2019 hice otra denuncia por violar la orden de restricción, vino a comprar a media cuadra de mi casa, sigue transitando cerca de mi casa y hace poco la siguió a mi hija» reclamó.
«Si bien la fiscal Analía Diaz, la policía, todos los fiscales han actuado rápido, quiero que los jueces se muevan, que confirmen la sentencia, no puede ser que en un juicio por tres jueces lo condenaron en Cipolletti, lo elevaron, reafirman la sentencia en el Tribunal Superior de Justicia, lo elevaron a Viedma, porque volvió a apelar, lo condenaron y él apeló otra vez a la corte suprema».
«Mientras tanto yo vivo con miedo por mi y por mis hijos, tener que avisar en las escuelas que si el padre se acerca deben llamar a la policía porque tiene una orden de restricción con sus propios hijos, por ejercer violencia contra ellos, fue un día que estaba alcoholizado, lo tomó del cuello al nene y le pegó a la nena», indicó la mujer.
La justicia le impuso al acusado una restricción de acercamiento de 250 metros y él vive a 5 cuadras. «Quiero verlo preso que pague por lo que hizo, ¿cuanto mas tengo que esperar? ¿a ser una más?…» concluyó la víctima.



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