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El estrés nos hace mal, pero ¿nos cuidamos de él?

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En nuestra dinámica diaria, poco a poco se va convirtiendo en costumbre tolerar el estrés y sus consecuencias. Aun cuando se habla de los estragos que puede hacer a la salud, no siempre prestamos atención y eso hace que no todas las personas estén conscientes de la cantidad de estrés que están sufriendo. Incluso, hay quienes sólo entienden las repercusiones de vivir así cuando ya afectaron al cuerpo, en ocasiones de modo irreversible.

Según los psicólogos, quienes tienen una buena introspección, y están en contacto con sus emociones y pensamientos, pueden identificar el estrés al que están sometidos y trabajar sobre ello. Pero quienes no pueden enfrentar su silencio interno optan por llenarse de distracciones y no “escuchan” a su cuerpo. La psicología clínica explica varias señales que indican que el estrés está teniendo repercusiones en salud: dolores sin razón física, necesidad de movimiento continuo, hablar sin parar, obsesión por la perfección, paralizarse o entrar en un estado de inacción, decir incoherencias, apetito exagerado, problemas para dormir de corrido, tener excesos, hacerse daño físico (una forma psicológica de silenciar al dolor emocional).

¿Cómo manejarlo?

De modo definitivo, con un tratamiento psicológico que nos permita entender qué nos ocurre, entendiendo que hay un porqué que debe solucionarse de raíz. Pero existen algunos consejos que brindan los especialistas para ayudar a sobrellevar el estrés o la ansiedad.

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1- Respirar profundo. La oxigenación asiste a la eliminación de toxinas que causan dolor físico y estrés. Inhalá profundo por la nariz, sostené el aire por unos segundos y luego exhalá calmadamente por la boca. Repetir el ejercicio de dos a tres veces, y luego descansa.

2- Realizar actividades al aire libre. Visitá un lugar de tu agrado que te ponga en contacto con lo natural.

3- Hacer ejercicio. Practicá un deporte o ejercitación para el cuerpo. La actividad física trae beneficios para la salud física y mental.

4- Relajarse. Aprendé técnicas de relajación corporal. Hay personas que por el estilo de vida que llevan no saben cómo relajar el cuerpo. Estas técnicas se lo permitirán.

5- Distraerse. Hacé un pasatiempo que te conecte con tu interior o que te haga recordar un momento feliz.

6- Reírse. Es la cura de muchos males, físicos y psíquicos.

7- Ocuparse en vez de preocuparse. No te anticipes al futuro: cuando haya que resolver algo doloroso o molesto, lo harás o lo intentarás, pero en ese momento, no antes.

8- Perdonar y perdonarse. Hace bien al espíritu: todos cometemos errores; lo importante es asumirlos y tratar de no volver a fallar. Cada día que nace es una nueva oportunidad y vale la pena intentarlo.

9- Actitud positiva. Encará el día con un objetivo optimista: ayuda a ahuyentar un mal pensamiento que, de por sí, aumenta el estrés.

10- Cultivar el costado espiritual. No somos sólo biología: somos racionales, emocionales y sociales. Nuestro componente espiritual nos regula.

 

Fuente: (La Mañana de Neuquén)



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