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La OMS distinguió el programa Rionegrino contra la hidatidosis

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La Organización Mundial de la Salud (OMS) hizo público en su sitio web oficial los grandes resultados que está obteniendo el Programa de Control de la Hidatidosis en Río Negro que este año cumplirá 39 años.

Esta iniciativa se lleva adelante por especialistas rionegrinos en distintos parajes de la Provincia, con el objetivo de avanzar en el control de la enfermedad hidatídica.

Los expertos trabajan desde hace nueve años bajo el concepto de “One Health” (Una Salud un mundo), y se trata de un concepto en el que la salud humana, animal y ambiental se complementan y en este marco, la OMS lo utiliza como ejemplo.

El programa involucra a los trabajadores de salud locales (que ayudan con la desparasitación de perros), a los médicos (escaneo ecográfico anual de niños en edad escolar y al tratamiento de seguimiento según sea necesario) y a los veterinarios (vacunación de ovejas).

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Además, los miembros de la comunidad están íntimamente integrados y ansiosos por participar después de notar una disminución significativa de las ovejas con quistes durante el sacrificio en el hogar.

Hidatidosis1La comunidad más amplia también está involucrada, con escuelas locales e iglesias que facilitan el trabajo de los equipos de vacunación durante las campañas de campo.

“En las estribaciones de los Andes, en la Patagonia argentina, las comunidades mapuches indígenas viven en un ambiente hostil con sus ovejas y cabras. Sus animales son una fuente vital de alimentos e ingresos en estas áreas remotas, hogar de la cría de ovejas de Argentina, donde los recursos son escasos”, comienza la publicación de la OMS, poniendo en contexto el trabajo.

Allí se explican las diferentes etapas de la implementación del programa, con el testimonio de sus hacedores.

“Cuando comenzamos a finales de la década de 1970, los cirujanos eran los que lidiaban con la hidatidosis y no comprendían qué hacía un veterinario trabajando en salud pública”, explicó el veterinario Edmundo Larrieu, primer referente del programa.

En la década de 1970, la equinococosis quística (CE) se identificó como un grave problema de salud pública en estas comunidades, y un programa de control de CE en la provincia de Río Negro se inició en 1980. El programa fue desarrollado e implementado por Larrieu, y actualmente está dirigido por su colega, Marcos Arezo.

En la primera etapa del programa, los trabajadores de salud desparasitaron 11.500 perros con praziquantel durante sus visitas trimestrales a los hogares y los veterinarios fueron responsables de los sistemas de vigilancia. Tanto los trabajadores de la salud como los veterinarios trabajaron juntos en estrategias educativas dirigidas a escolares y hogares rurales.

“Una mayor tendencia a trabajar en equipo, tanto interdisciplinaria como interinstitucionalmente, nos acerca al concepto de una sola salud “, sostuvo el Dr. Marcos Arezo.

Después de décadas de esfuerzos de control de la enfermedad, la incidencia de infección disminuyó, pero persistieron nuevos casos de infección en escolares. En 2009 comenzó la segunda etapa del programa, que incluyó la introducción de la vacuna EG95 en ovejas, desarrollada en la Universidad de Melbourne (Australia).

“Estoy encantado de ver los resultados positivos de la vacuna EG95 y la reducción de la transmisión de la equinococosis”, dijo el profesor Marshall Lightowlers, quien en varias oportunidades visitó Río Negro. “Los agricultores han aceptado la vacuna, así como otros aspectos del programa de control, un reflejo del respeto que tienen por el programa de control”, agregó.

Durante los últimos 8 años, la vacuna ha sido donada al programa por el profesor Marshall Lightowlers. A los corderos jóvenes se les administran dos dosis de vacuna, seguidas de un refuerzo a aproximadamente un año de edad. Desde entonces, se han administrado 29.323 dosis de la vacuna EG95.

Las actividades de desparasitación y educación de perros se han seguido implementando. La comunidad participa en las campañas de vacunación, y las escuelas e iglesias locales ponen a disposición sus instalaciones para que los equipos de vacunación las utilicen durante el trabajo de campo.

Antes de que se introdujera la vacuna, la necropsia de animales mayores de 6 años mostró que el 56.3% estaba infectado con Echinococcus granulosus. Entre 1999 y 2015, 34 nuevos casos de hidatidosis (12 casos en niños de 1 a 10 años) fueron diagnosticados en el área. Seis años después de la introducción de la vacuna, se observó una reducción significativa del 62% en la prevalencia ovina en ovejas viejas (21,6%), así como una reducción en el número y tamaño de los quistes hidatídicos.

En consecuencia, el número de productores con animales infectados disminuyó de 94.7% a 23.5%. En 2016, solo se diagnosticaron 3 casos nuevos de hidatidosis (1 caso en niños de 1 a 10 años). Los resultados provisionales del impacto de la vacuna se han publicado y el programa continúa.



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