ACV: cada minuto cuenta
María es una profesora de Educación Física, que en plena clase se desorienta y tiene dificultades para expresarse, situación que, por la impotencia, provoca su llanto.
Es conducida a la dirección de la escuela pública, donde se llama a un servicio de emergencias médicas el que constituido en el lugar solo toma presión y controla glucosa, retirándose sin conjeturar siquiera, la posibilidad de estar frente de un ACV.
El propio servicio dirá luego que se consultó a la paciente, sin reparar en que resulta de una ignorancia supina razonar que una persona que empieza a cursar un ACV se encuentre consciente como para entender lo que le pasa o cual es el tratamiento adecuado a realizar.
El caso real, uno entre tantos, desnuda con inusitada crudeza, el grado de desconocimiento que se maneja en torno al tratamiento del accidente cerebro vascular, incluso en quienes están encargados de intervenir en situaciones dudosas.
Explica la reconocida especialista Silvana Svampa, que en Argentina hay 185.000 casos por año, de los cuales el 30% fallece en el primer mes, que sucede un caso cada cuatro minutos, y que 9 de cada 10 quedan con alguna discapacidad.
Sin embargo, aclara, hasta un 80% de los casos de ACV se pueden prevenir, por lo que, en lugar de hablar de accidente, convendría llamarlo ataque cerebral, siendo una enfermedad donde cada minuto cuenta, ya que mueren hasta 2.000.000 de neuronas por minuto.
Según las estadísticas 1 de cada 6 personas cursó un ACV a lo largo de su vida y en todo el mundo al año 13 millones de personas sufren un ACV, siendo la causa principal de muerte entre personas de más de 60 años.
Los principales síntomas son 1.- Debilidad o adormecimiento.
2.- Confusión o dificultad para hablar o entender.
3.-Problemas visuales con un ojo o con ambos.
4.- Pérdida del equilibrio o de coordinación.
5.- Dolor de cabeza muy intenso
Para constatar su presencia se sugiere pedir al paciente que sonría, debiendo ser su sonrisa simétrica.
También alzar los brazos juntos, con los ojos cerrados, debiendo ambos subir al unísono y que diga su nombre o pronuncie una frase simple pero coherente
Ya sea que estos síntomas se den por separado o en forma conjunta corresponde no automedicarse y llamar de inmediato, al servicio de emergencias médicas ya que hay que darle al caso dicho tratamiento (en algunas ciudades se encuentra habilitado a tal efecto el teléfono 911), existiendo un margen de tan solo cuatro horas y media. desde que se iniciaron los síntomas para poder controlar el cuadro de un ACV isquémico.
El diagnóstico médico definitivo solo es alcanzable, a través de una Resonancia nuclear magnética de cerebro.
A la hora de prevenir el ACV, un estilo de vida saludable es clave siendo la actividad física sistemática, la alimentación sana y el control de enfermedades como la obesidad, diabetes, hipertensión, tabaquismo y alcoholismo los mejores aliados.
María por medio de su familia, pudo ser llevada a tiempo a un centro de salud donde se siguió el protocolo y a partir del suministro de trombolíticos sofocar la isquemia.
El ser una mujer sana, activa y sin enfermedades de riesgo, revela que nadie está exento de poder sufrir un ACV, como así también que tales antecedentes muy probablemente hayan colaborado en que el cuadro no progrese.
En cualquier caso, el saber que hacer es clave para salvar una vida o impedir una discapacidad y que no solo los 29 de Octubre recordemos el día del ACV, como algo que nunca nos puede llegar a suceder.
Abogado. Prof. Nac. de Educación Física. Docente Universitario. [email protected]
(Río Negro)