Salió a «comprar cigarrillos», lo encontraron 30 años después
Un hombre salió a «comprar cigarrillos» en Comodoro Rivadavia en el ’95 y lo encontraron en General Conesa esta semana
La historia de una insólita investigación policial logró cerrar un caso de casi 30 años después de abrirlo. Un hombre de Comodoro Rivadavia salió a «comprar cigarrillos» en Febrero de 1993, y lo encontraron en General Conesa esta semana.
Una historia de película
Adolfo Enrique Sandoval Farías, en Febrero del ’95 tenía 32 años y estaba casado. Era técnico electrónico y trabajaba como service de radio y TV en la empresa «Radio Lineros». Una noche de Febrero salió «con lo puesto» desde su casa en calle Alfredo Adjuar, del barrio Máximo Abásolo diciéndole a su ex mujer “Ya vengo, voy al kiosco de la esquina a comprar cigarrillos». Y nunca más se tuvieron noticias.
La denuncia no tardó en llegar, su esposa llamó a la policía y las hipótesis comenzaron a surgir en Comodoro. Hasta la prensa local se hizo eco del hecho que asombraba a todos.
NO SÓLO LA EX-MUJER NO SABÍA NADA DE ÉL. TAMPOCO SUS AMIGOS NI COMPAÑEROS DE TRABAJO. Y SUS FAMILIARES EN CHILE EXIGÍAN RESPUESTAS.
Salió a «Comprar cigarrillos», 30 años después, lo encontraron en General Conesa
Esta semana, más precisamente el miércoles 20, partieron en un móvil policial la oficial principal Daniela Millatruz, junto al sargento Emanuel Peña y la cabo 1ro. Brenda Treuquil rumbo a la localidad rionegrina de General Conesa. Tenían una dirección en la calle Sarmiento del barrio Bomberos de aquella ciudad y un hombre a buscar. Y, en lo posible, identificar: Adolfo Enrique Sandoval Farías. El protagonista de esta historia de desaparición en 1993.
Un trabajo hormiga
Treinta años después la policía llegaba a una dirección con esperanzas de encontrar a la persona buscada. El hombre, ya sexagenario les abrió y los atendió con mucha amabilidad y dijo ser la persona que buscaban. El service electrónico Adolfo Enrique Sandoval Farías. Confirmó que se trataba de la persona buscada y que hace muchos años atrás había residido en Comodoro y que por «desavenencias» con Nelci Isabel, quien era su esposa por entonces y porque “estaba cansado” se fue de la casa tomando su campera para no regresar nunca más- Se fue de la ciudad, ni avisar a dónde se marchaba ni volviendo a tener comunicación alguna con ningún familiar. Incluso, y para constatar la veracidad y ponerle epílogo a la historia, el hombre accedió voluntariamente a confeccionarse fichas dactiloscópicas que le hicieron en una comisaría de Conesa.
Se informó del acontecimiento a todas las autoridades judiciales. Tras los trámites pertinentes, el hombre regresó a su casa a seguir su vida normal, y la comitiva policial comodorense pegó la vuelta a la capital del petróleo. Seguramente satisfechos por haber encontrado una aguja en el pajar.
FUERON 30 AÑOS DE SILENCIO ABSOLUTO E, INCLUSO, CON CONJETURAS DE UN PRESUNTO HOMICIDIO.
(Diario10)