Catriel inseguro: la peligrosa idea de justicia por mano propia
Cansados de los últimos robos en la localidad, los vecinos comienzan a animarse a enfrentar a los ladrones, incluso ir a buscarlos a su guarida.
Hace una semana, un hombre intentó frenar a un delincuente y recibió un disparo en una pierna. Por poco no ocurrió una desgracia. Los vecinos detuvieron a la mujer que acompañaba al hombre y la golpearon indignados y cansados de los robos.
En la semana, desvalijaron una vivienda y los propietarios dijeron saber quiénes son los ladrones. Hasta se mostraron dispuestos a querer recuperar sus cosas si la policía no logra hacerlo.
Hace un par de semanas, los vecinos incendiaron una precaria vivienda donde se alojaban dos delincuentes que tenían a mal traer al barrio. «Si la justicia no hace nada, nosotros nos vamos a encargar», dijeron
Y así se suceden hachos todos los días. Desde bicicletas, bombas, herramientas, ruedas, etc… Todo tiene un valor importante y quien sufre la pérdida del bien muestra su indignación en las redes sociales que habitualmente sirven para descargarse en contra de la inseguridad que se vive en la localidad.
La policía sin recursos, patrulleros que no funcionan, la mayoría de las cámaras de vigilancia está fuera de servicio, hay un mínimo número de uniformados (no más de 5) para patrullar una población de más de 40 mil habitantes.
La policía debe llegar caminando, en taxi o en su auto particular a los procedimientos.
Cuando el único móvil policial es utilizado para traslado de detenidos al Alto Valle o cualquier otra diligencia, los únicos medios de movilidad son 2 bicicletas y una moto.
“Esperamos la asunción del nuevo gobierno a ver si esto cambia. Así no se puede seguir”, se escuchó decir a un uniformado.