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El asado: de costumbre a lujo…

Se registraron aumentos del 100% en distintos cortes de carne. La economía del país golpea al bolsillo y también a la cultura gastronómica argentina.

 

La tradición argentina de comer un asado se torna imposible para la mayoría de los ciudadanos, debido al aumento en los precios de la carne.

Tras las elecciones PASO, se profundizó la crisis económica que ha provocado un gran incremento en la inflación, repercutiendo en todos los productos de consumo diario, incluso en uno de los platos más emblemáticos de la cultura gastronómica argentina.

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Hasta hace poco tiempo, en algunas carnicerías de General Roca, se podía adquirir un kilo de vacío envasado por un precio de $2500, pero en el día de hoy ese mismo producto tiene un valor de $5160, lo que representa un incremento del 100%. Este aumento repentino ha tomado por sorpresa a los consumidores, quienes no pueden creer que algo tan arraigado en la cultura nacional como lo es el asado, ahora sea un lujo inalcanzable para muchos.

Si bien a comienzos de año los precios de los cortes de carne ya habían sufrido un aumento del 30%, durante todo el año ese incremento alcanzó el 69.3% en promedio. Sin embargo, el corte de carne que más ha sufrido la inflación es el asado con hueso, con un aumento del 81.3% anual. Estos números demuestran que el plato insignia de las reuniones familiares y de amigos se ha vuelto prácticamente un producto de lujo.

En la actualidad, los precios de los principales cortes de carne en General Roca (por ejemplo), se encuentran desorbitados. La cuadrada, la bola de lomo y la paleta tienen un precio de $3690 por kilo, mientras que la picada se comercializa a $1890. Las costeletas, por su parte, alcanzan los $3390 por kilo. Estos valores demuestran la difícil situación económica que enfrentan los argentinos y cómo los precios se han alejado cada vez más del alcance de la gran mayoría.

El asado, una tradición argentina que simboliza el encuentro, el disfrute y la camaradería, se ha convertido en un privilegio solo al alcance de unos pocos. La crisis económica y la inflación han golpeado duramente a la sociedad, dejando en evidencia la difícil realidad que se vive en el país. Ante esta situación, muchos se ven obligados a dejar de lado esta costumbre arraigada en la cultura nacional, resignando uno de los mayores placeres gastronómicos que ofrece Argentina.

(ANRoca)



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