Empresario vinculado al lavado de dinero del secretario de los Kirchner llegó a la Argentina extraditado de México
Isaac Eugenio Esparza Hidalgo formó parte de la estructura que organizó Daniel Muñoz. Por eso fue detenido en 2021 y ayer arribó al país. Será indagado la semana próxima
Pasaron 330 días entre que el mexicano Isaac Eugenio Esparza Hidalgo fue detenido y llegó a la Argentina extraditado para responder como imputado en la causa iniciada por lavado de dinero contra los integrantes de una organización que encabezaba Daniel Muñoz, secretario privado de Néstor y Cristina Kirchner.
Esparza Hidalgo llegó ayer a las 21.15 en el vuelo 30 de Aeroméxico. El empresario había sido detenido en Monterrey el 2 de diciembre de 2021 y desde entonces había comenzado el trámite de extradición. Se completó este viernes cuando dos comisarios de la Policía Federal lo acompañaron desde la capital mexicana hasta el Aeropuerto Internacional de Ezeiza.
Sobre Esparza Hidalgo -que se define como Youtuber y asesor de apuestas deportivas en redes sociales- pesaba un pedido de detención con vías a la extradición desde el año 2019. Aquel pedido había sido firmado por el fallecido juez Claudio Bonadio, quien hasta su muerte tuvo a cargo el expediente judicial conocido como Caso Cuadernos.
Según se determinó en la investigación judicial en la que está imputado -un desprendimiento del Caso Cuadernos- Esparza Hidalgo figuraba como presidente de varias sociedades que usó la banda que tenía como jefe a Muñoz para comprar por unos 30 millones de dólares cuatro parcelas de tierra en las paradisíacas islas de Turks and Caicos. Aquella millonaria adquisición se hizo con dinero proveniente de la corrupción.
Es que Daniel Muñoz, secretario privado de los Kirchner, fue el receptor primario de los bolsos con coimas vinculadas a la obra pública que circularon entre 2003 y 2015. Así lo declararon varios arrepentidos que confesaron delitos en el Caso Cuadernos. Uno de ellos fue el financista Ernesto Clarens, quien en su confesión aportó dos datos importantes para la investigación. El primero, que recibía en sus oficinas las coimas que los empresarios pagaban en pesos a los funcionarios del kirchnerismo y él las transformaba en dólares. El segundo es que le entregaba a Muñoz los bolsos con las coimas en dos lugares: en el Hotel Panamericano y en el departamento de los Kirchner, en la calle Juncal en Recoleta. Luego de la muerte de Néstor Kirchner, en octubre de 2010, Clarens aseguró que las coimas las recibía José López, el ex secretario de Obras Pública que se fue detenido luego de arrojar bolsos con nueve millones de dólares en un convento. Alejandro Manzanares, histórico contador de la familia Kirchner, también declaró como arrepentido y confesó haber armado sociedades para que Muñoz lavara el dinero de la corrupción.
Muñoz, que sólo había declarado sus ingresos como funcionario público -según se determinó en la investigación- llegó a comprar propiedades aquí y en Estados Unidos por la exorbitante cifra de 70 millones de dólares.
Muñoz no llegó a ser imputado en el caso -que comenzó en 2010- porque falleció en 2016. La investigación original del Caso Cuadernos se inició por las anotaciones de Oscar Centeno, chofer de Roberto Baratta, mano derecha de Julio De Vido en el ministerio de Planificación durante los 12 años del primer kirchnerismo. Luego derivó en varios otros casos, siendo uno el de lavado de dinero de la banda de Muñoz. En la causa se determinó también que Muñoz era el encargado de subir los bolsos con dólares que los Kirchner llevaban en avión todos los fines de semana hacia la provincia de Santa Cruz.
Los investigadores judiciales concluyeron que el secretario de los Kirchner se quedaba con una parte de todo lo que llevaba. De esa manera se hizo de una fortuna que lo convirtió en súbito millonario y en poseedor de empresas y propiedades. Algunos de los bienes que compró Muñoz fueron garajes, un departamento de Puerto Madero, una casa de Mar de las Pampas, y otras propiedades en Capital y en Santa Cruz, la tierra prometida del kirchnerismo. El origen del dinero de Muñoz fue la “mordida” que se quedó de las coimas recibidas, transportadas en bolsos y entregadas en Santa Cruz.
Pero, además de invertir en Argentina, el secretario de los Kirchner y su banda había comprado departamentos en el lujoso y tradicional Plaza Hotel de la ciudad de Nueva York. Sin embargo, en 2016 sucedió algo que hizo que el dinero se tuviera que mover de dónde estaba. Cuando en aquel año se revelaron los Panamá Papers quedaron al descubierto las sociedades -no declaradas ente las autoridades argentinas- que Muñoz había armado en Estados Unidos. Eso lo obligó a tener que cambiar el destino final del dinero. Para eso vendó las propiedades en Nueva York y buscó otros horizontes donde esconder su dinero.
Una parte de esos 70 millones de dólares que logró “ahorrar” Muñoz gracias a su carácter de bolsero de coimas fue invertido en un proyecto turístico que se iba a construir en Providenciales, una de las islas del archipiélago de Turks and Caicos.
La compra de los terrenos –por 30 millones de dólares- se hizo a través de varias sociedades cáscaras destinadas a ocultar a los verdaderos dueños del dinero. Marble Hill Ltd y Woodhaven Ltd., dos de las sociedades que se usaron para la maniobra de lavado de dinero estaban presididas por Esparza Hidalgo. Es por eso que el mexicano que llegó ayer a la Argentina tenía pedido de extradición.
La información sobre la inversión en Turks and Caicos llegó el expediente cuando Carolina Pochetti, quien estuvo en pareja con Muñoz hasta la muerte del secretario millonario, confesó. Fue ella quien -como arrepentida- dio los primeros detalles de cómo se hizo esa adquisición en tierras exóticas. A aquel testimonio se sumó el de Carlos Gellert, primo de Pochetti, quien también formaba parte de la banda que encabezaba Muñoz. Gellert completó la información sobre la operación en Turks and Caicos. Fue el primo de Pochetti quien le había pedido a Esparza Hidalgo que firmara la documentación de las sociedades. Según fuentes de la investigación, el mexicano aceptó a cambio de que se diera por pagada una deuda de juego que poseía con Gellert. Esparza Hidalgo no tuvo ninguna relación con Muñoz. Y quedó involucrado en el caso de lavado de dinero de la corrupción por haber firmado los documentos de las sociedades.
Cuando murió Bonadio, el 4 de febrero de 2020, el juzgado quedó a cargo de Marcelo Martínez De Giorgi. Al año siguiente, comenzó a ser subrogado por Julián Ercolini quien aún continúa al frente del juzgado federal 11, donde está radicada la causa de Muñoz. Fue Ercolini quien inició el proceso de extradición luego de la detención de Esparza Hidalgo que se produjo en diciembre de 2021.
La extradiciones se tramitan a través de la Cancillería y deben ser aceptadas por las autoridades del país donde se aloja el detenido. Al conceder la extradición, las autoridades mexicanas habían fijado como fecha límite el 31 de octubre próximo para mantener detenido a Esparza Hidalgo en el Reclusorios Preventivo Varonil Sur de la ciudad de México. Si las autoridades argentinas no lo iban a buscar el empresario quedaba en libertad.
Fue por ello que le juez Ercolini autorizó el viaje de dos comisarios de la Policía Federal para traer detenido a Esparza Hidalgo. El lunes pasado viajaron a México los comisarios Ernesto Javier Fernández (Jefe de la División Operaciones Federales de la Superintendencia de Drogas Peligrosas de la PFA) y Diego Verdún (Jefe de la División Investigaciones Federales de fugitivos y extradiciones de la Dirección General de Coordinación Internacional). Los dos comisarios llegaron ayer por la noche con Esparza Hidalgo quien fue alojado en las oficinas de Interpol Buenos Aires.
Allí permanecerá hasta la semana próxima cuando sea indagado por Ercolini y el fiscal Carlos Stornelli. A Esparza Hidalgo se lo acusa de haber cometido el delito “lavado de activos de origen delictivo agravado por su comisión por parte de una asociación formada para la comisión continuada de hechos de esa naturaleza, en contravención a lo dispuesto en el artículo 303, incisos 1° y 2° “a” del Código Penal de la Nación”.
En su indagatoria, Esparza Hidalgo -que llegó a la Argentina diez meses y 26 días después de su detención- dará su versión de los hechos y seguramente pedirá su excarcelación.