Catriel: cansada de los robos, una comerciante está decidida a defenderse
«Uno está obligado a armarse, a tomar otras medidas y hacer justicia por mano propia», manifestó la propietaria de la Despensa «La vecina» ubicada en Barrio Preiss (al lado de la comisaría),tras ser víctima de un hecho delictivo el pasado sábado en horas de la mañana.
La comerciante relató a Radio Alas la delicada situación que padece casi a diario: «yo vivo continuamente con la visita de personas con problemas de adicción».
El hecho se produjo este sábado alrededor de las 9 hs cuando dos hombres a bordo de una motocicleta llegaron hasta el local comercial ubicado en calle Juan Benigar al 945, al lado de la Comisaría de la Familia, y de manera prepotente le pidieron bebidas alcohólicas. La mujer se encontraba sola atendiendo en esos instantes y para evitar que la situación se tornara más violenta les dijo que se llevaran lo que quisieran, y los delincuentes tomaron algunas cajas de vino.
«Uno está obligado a armarse, a tomar otras medidas y hacer justicia por mano propia», advirtió la comerciante.
«Al que venga lamentablemente tendré que sacarlo por la fuerza, me conseguí un gas pimienta, un arma para tener abajo, un arma que se puede usar. Llegamos a esta circunstancias, soy una persona tranquila pero ya me superaron, esto es contínuo y uno se siente desprotegida», enfatizó.
La comerciante contó que al local suelen ir en varias oportunidades estas personas, con importantes antecedentes policiales, a vender materiales de construcción, ropa, electrodomésticos, entre otros elementos, «mi respuesta es siempre la misma; no puedo, no tengo, disculpa» y en esos momentos es cuando le piden bebidas o cigarrillos.
«Si he tenido desde la Comisaria de la Familia el respaldo, que los llame, que les avise, pero en el momento es una la que está expuesta a esa situación, no sabes si te van a agredir, si andan armados, si te pegan un tiro y tu vida termina ahí, es muy triste lo que se vive todos los días», comentó la mujer.
«Son los mismos chicos de siempre y deambulan en el barrio», concluyó la comerciante.